Tuesday, November 24, 2009

El Feo púbico (Un extraño caso para el Doctor Deseux) Premio Concurso de Relatos Depilación Laser 2009 listmaster@corporacioncapilar.es

Primer día.

 Marcia Hernández pisaba por primera vez la consulta sexológica del Doctor Deseux. Se distrajo en observar los diplomas que colgaban de la pared. Que si un Master del Instituto Sexológico de Reykiavik. Otro de mantras erógenos de India y Nepal. Curso acelerado en eyaculación precoz en un plísplás y un premio, magníficamente enmarcado, otorgado por el éxito editorial de su manual de autoayuda : “ Como superar el miedo a tu propio sexo y el pánico ante el de tu pareja”. Marcia pensó que el Doctor era un compendio de conocimientos pero dudaba que fuera capaz de solucionar su problema.
 Al fondo de la sala, iluminada por la claridad que entraba por la ventana había  una bella estatua griega. Marcia no pudo evitar un ligero escalofrío al ver aquella figura tan perfecta. Era un hombre desnudo que alguna vez había llevado una lanza y parecía andar relajadamente . Sus poderosas piernas : una firme y la otra ligeramente  flexionada, le arqueaba el cuerpo de tal forma que marcaba la cintura y cincelaba el pecho. Para colmo, desde su cabeza ligeramente inclinada, sonreía. Ella, extasiada, observó la superficie pulida del mármol hasta llegar a su pelvis y allí lo vio. Agazapado estaba el mismísimo Groucho Marx.
Dio un respingo y oyó una voz a su espalda.
-Es Doríforo. Aquiles para los amigos. Su autor fue el griego Policleto discípulo de Mirón- dijo el doctor invitando a Marcia a sentarse en el diván. Después de ponerse las gafas de psicoanalista belga y echarle un vistazo de arriba abajo prosiguió: Policleto consiguió su ideal de belleza y su altura mide su cabeza por siete.
Ella se sonrojó. Más que las proporciones, estaba mirando otro sitio más intimo del mozo de piedra y el doctor le había pillado. Pero lo peor era que su mente y Groucho Marx se la habían jugado otra vez.


Meses más tarde.

Después de muchas sesiones el Doctor no conseguía descifrar los motivos subconscientes que provocaban en Marcia sus alucinaciones a la vista de las pelvis de los hombres que había conocido- íntimamente-  y que a su vez, acompañaba con fobias que hacían que sus relaciones sexuales llegaran a ser insufribles. El eminente sexólogo se lo tomó como cosa personal. Hizo un estudio sobre sus relaciones una por una y le llamó la atención que ella en vez de llamar a sus parejas por el nombre les llamara por apodos. Primero salió con David Bisbal, luego con Paulina Rubio, también con Miky Mouse. La lista siguió aumentando con la madre de los Simpson, Chiquilicuatre, Amy Winehouse y hasta el sabio de la tele Señor Punset, que así llamaba a la pareja que tenía en ese momento.
Deseux estuvo a punto de tirar la toalla, pero una tarde ella señaló a la estatua Doríforo y susurró:
- Mira que está gracioso ahí Groucho Marx.
El posó su vista en la pelvis de la estatua. No se lo podía creer, allí estaba. Cuando terminó la sesión, como un poseso cogió los nombres y dibujó el peinado de cada personaje en forma de vello púbico. Y todos aparecieron salidos de su lápiz y de la calenturienta mente de la chica. Cada  sexo recordaba un personaje. El Chiquilicuatre de vello espeso y con patillas ; el de David Bisbal con graciosos ricitos, otro como afro, otro punki y así. Más feos que bellos, los diferentes vellos púbicos parecían una colección de pelucas.
  ¿ Como vas a practicar sexo saludable si el miembro de tu compañero parece tener el mismo “look” que la clarividente cabeza del Sr. Eduard Puset?


El última día.

Ella triste, se tumbó en el diván. Y el doctor rasgó la hoja de su cuaderno de apuntes y se la enseñó.
-Esto es lo ves ¿no?
Emocionada con lágrimas en los ojos contestó:
- Si, esta es mi pesadilla- Y le preguntó preocupada si lo suyo tenía solución .Él sonriente sacó del bolsillo una tarjeta azul de la clínica de depilación.
-Que vaya tu chico contigo. Ellos lo resolverán: son especialistas. Nunca más le llamarás Sr. Punset.
 Marcia estalló de alegría dándole un beso tan efusivo que las gafas de culo de botella del Doctor saltaron por los aires.
Cuando la chica se hubo ido, él se quedó observando la bella estatua de Doríforo y se preguntó que haría si se tropezara con joven tan bello como aquel. Salió del despacho y pidió a su secretaria que le pidiera hora para hacerse una depilación.
La chica quedó un poco sorprendida. Al cabo de unos segundos le dijo:
- Doctor, me preguntan que tipo de depilación desea.
- Intima, muy intima – dijo Deseux , dispuesto a liberar su cuerpo y su mente de una vez por todas.


Nota del autor
Este relato, un tanto delirante, tiene su base científica. Adjuntos vean los documentos gráficos que el Doctor Deseux ha tenido la gentileza de aportar.

Monday, November 09, 2009


Copla mora©

I

El viento le dice
  que hoy no amanece

Micaela espera
  las sombras se van

Ya nada se esconde
  y todo aparece

 Todo deja quieto a Tanger hablar


 II

Te he visto que triste
   por la kashba andas

Que sueñas y olvidas
   la vida al pasar

 Que a veces susurras
    otras veces gritas

y agarras el aire que loco se va


III

Micaela al viento
   escucha el secreto

Se sabe perdida
    Que nunca se irá

El cielo y las calles
    le han robado el alma

Cautiva de Tanger
           Cautiva del mar